Flujo de energía
Este flujo
va desde los organismos autótrofos
(por lo general, organismos que realizan fotosíntesis) hacia otros que se alimentan
de ellos y que corresponden a herbívoros.
A su vez, los herbívoros son presas de otros animales: los depredadores. Se constituye así una
verdadera cadena para la vida, donde cada eslabón corresponde a un ser vivo.
Circulación de materia
Ésta se
traspasa de eslabón a eslabón en la cadena alimentaria, a través de las interacciones que se
establecen entre los organismos que la conforman.
Aquí ya podemos definir en propiedad una cadena alimentaria, y podemos
decir que es aquella sucesión en la cual las agrupaciones de organismos
(cada uno representando un eslabón) establecen interacciones de manera tal que
los primeros son alimento de los segundos traspasándose sucesivamente materia y
energía de un eslabón al siguiente.
El primer eslabón, o primer nivel trófico, de cualquier
cadena alimentaria siempre está representado por los productores, organismos autótrofos, los vegetales, que son
capaces de transformar la energía lumínica del Sol en un tipo de energía que
puede ser utilizado por plantas, bacterias, animales, etc.
Entonces,
podemos decir que productores son
aquellos organismos fotosintéticos que “producen” energía útil para todos los
seres vivos. La vida en el planeta se mantiene en una cadena alimentaria,
gracias a estos organismos fotosintéticos.
El segundo
eslabón, o segundo nivel
trófico, lo ocupan los consumidores, organismos
incapaces de utilizar la energía lumínica del Sol, y que para conseguir la
energía necesaria para vivir deben alimentarse de otros organismos.
A los
consumidores se les denomina heterótrofos,
ya que el término significa: hetero =
otro, diferente y trofos =
alimentación.
Se
distinguen diferentes tipos de consumidores, según sea el nivel de la cadena en
que aparecen.
Consumidores primarios o de primer orden son los organismos que se
alimentan directamente de los productores.
Consumidores secundarios o de segundo orden son los organismos que se
alimentan de los consumidores primarios.
En general,
el nombre de los consumidores estará determinado por el nivel trófico en que
aparezcan. Sin embargo, no es posible encontrar cadenas con más de cinco
niveles, porque la cantidad de energía que se va traspasando de un nivel
trófico al siguiente va disminuyendo de manera importante.
Se habla de Redes tróficas o Redes alimentarias para
señalar un conjunto de cadenas que se interconectan en algunos niveles
tróficos. De esta forma, un productor, como la hierba de un prado, puede ser
pastoreado por más de un herbívoro o consumidor primario, como, por ejemplo,
una cabra, una vaca, un conejo, etc.; a su vez, la cabra, lo mismo que la vaca,
puede ser presa para dos o más consumidores secundarios. Se aprecia
entonces lo difícil que es representar estas complejas interacciones en forma
lineal. Más bien se obtiene una malla de flechas que sugieren el flujo de
materia y energía, que se da entre las poblaciones interactuando entre sí.
Las redes tróficas corresponden a la representación
de varias cadenas, que se interconectan en diferentes niveles
alimenticios.
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